El 23 de Marzo de cada año se celebra el Día Meteorológico Mundial, en conmemoración de la creación de la Organización Meteorológica Mundial el 23 de Marzo de 1950. Cada año se dedica a un tema específico, y en 2016 el lema es “Más cálido, más seco, más húmedo. Afrontemos el futuro”, el cual sigue la línea de temas de los últimos años relacionados con el cambio climático del planeta y alertar de sus potenciales peligros.
El año 2015 fue muy destacado por olas de calor que batieron récords, como los 46,2º que se registraron en Valencia o los 48,4º en Vedrana, Sudáfrica, entre otros. También se intensificaron las sequías en aquéllas zonas del planeta más secas como el Nordeste de Brasil, y de incendios forestales sin precedentes en Alaska, entre otros. También se observaron episodios de precipitación más intensos en algunos lugares del planeta debido a que la atmósfera se está calentando y admite más humedad. En Pakistán, durante el monzón, en una estación meteorológica se registraron más de medio metro de lluvia acumulada en 24 horas, cuando la media anual es de 0.33 metros. El Día Meteorológico Mundial de este año quiere alertar y concienciar a la población mundial de que los efectos del cambio climático ya empiezan a ser evidentes y de forma perjudicial.
Cambio climático y aviación
Se estima que el transporte aéreo contribuye entre un 2 y 4% al aporte de CO2 antropogénico y, que debido al aumento esperado del crecimiento de este sector en los próximos años, este porcentaje aumentará con seguridad y de forma relevante. Al mismo tiempo, la aviación está dedicando enormes y fructuosos esfuerzos en la reducción de la contaminación mejorando los motores, la aerodinámica, el peso de los aviones y la eficiencia en las operaciones.
¿Pero cuál es el efecto del cambio climático sobre el sector del transporte aéreo? Realmente habrá muchas consecuencias sobre las cuales se está investigando mucho. Una de ellas serán algunos fenómenos meteorológicos adversos y anómalos hasta la fecha. Pensemos, tal como se ha descrito al principio, en más altas temperaturas en algunos aeropuertos, o zonas que se van desertificando o zonas con mayores tormentas, huracanes o inundaciones. También hay que pensar en el impuesto a la emisión de CO2 que encarecerá las operaciones aéreas. Este aspecto va a ser fundamental para que se desarrollen aviones y operaciones aéreas cada vez más eficientes, y en este sentido, ya estamos presenciando los nuevos aviones comerciales de Airbus y Boeing, o en programas de desarrollo para reducir los impactos en el clima como el Europeo CleanSky (cleansky.eu).