DR. MIQUEL TRAVERIA / Profesor de meteorología
Hasta hace pocos años, antes del año 2006, se creía que los cristales de hielo en nubes altas, tales como cirrus, cirrocúmulus, cirrostratos, o los topes de los cumulonimbus (ci, cc, cs, cb) no representaban ningún peligro para el vuelo ya que no se adhieren a la estructura del avión. Sin embargo estudios recientes relacionan estas partículas con la parada de motores a reacción de aviones volando a grandes altitudes. Se cree que lo producen los cristales de hielo al penetrar en el motor a reacción.
Por lo tanto, los cristales de hielo no producen engelamiento estructural pero si que afectan al funcionamiento de los motores a reacción.
De los 46 casos estudiados de parada de motor o pérdida de potencia, una gran mayoría se produjo en la nubosidad a gran altura (entre 10000 ft y 40000 ft ) relacionada con tormentas, y en especial en atmósferas más cálidas que la ISA. Estas condiciones se dan con gran frecuencia en la zona de convergencia intertropical (ZCIT) y en las tormentas de verano en latitudes medias.
El mecanismo por el cual se pierde potencia es complejo y no está muy claro todavía, aunque se cree que los cristales de hielo se funden un poco al penetrar en el motor y se adhieren unos a otros en las paredes internas pasado el fan formando acumulaciones de hielo de tamaño apreciable.
Eventualmente algunos trozos grandes de hielo son arrancados y penetran en el compresor y en la cámara de combustión desestabilizando el rendimiento del motor o produciendo un flameout.
En todos los casos el motor se pudo recuperar al salir de la zona contaminada y aplicando los procedimientos de re-arrancada del motor. No se han descrito accidentes por esta causa.
La NASA es actualmente uno de los centros pioneros en la investigación de este tipo de fenómenos.