El 23 de abril se estableció como el día internacional de la lengua inglesa en las Naciones Unidas. El inglés, junto con el francés, es uno de los dos idiomas de trabajo de la Secretaría de las Naciones Unidas, y uno de los seis idiomas oficiales y de trabajo de la Organización.
Aunque científica y culturalmente esta lengua está muy estandarizada, a nivel mundial aún no es la más utilizada, ni la más conocida.
En el mundo de la aviación, a pesar de ser una de las lenguas que más se usan, no todos los trabajadores de este sector la conocen o la utilizan.
El Protocolo de Buenos Aires, firmado en la misma ciudad el 24 de setiembre de 1968, dio validez a las versiones inglesa, francesa y española de uno de los convenios más importantes de la aviación: el Convenio de Chicago.
El Convenio de Chicago tuvo lugar el diciembre de 1944 y allí es donde se creó OACI, la Organización de la Aviación Civil Internacional. Unos años después también se dio validez a las lenguas rusa, árabe y china.
Paralelamente, la Organización de las Naciones Unidas también tiene como oficiales las seis lenguas antes nombradas. El día internacional es el resultado de una iniciativa en 2010 del Departamento de Información Pública estableciendo Días de las lenguas para cada uno de los seis idiomas oficiales de la Organización.
El propósito de los Días de las lenguas es celebrar la diversidad y el multilingüismo cultural, así como para promover la igualdad de los seis idiomas oficiales.
¿Qué problema puede surgir de tener seis lenguas oficiales en la aviación?
Tener más de una lengua estándar provoca malentendidos y confusiones durante las comunicaciones, dos aspectos que pueden causar efectos negativos sobre la seguridad en la aviación. Esto sobretodo se da en países donde más de un idioma es oficial para las comunicaciones aeronáuticas.
Por ejemplo, aquí en España, se puede comunicar en español o bien en inglés cuando te diriges a la torre de control o a otros tráficos.
Aunque la fraseología aeronáutica está estandarizada en los seis idiomas, el problema surge cuando se tiene que comentar o solucionar un problema que está fuera del estándar. Si el piloto no es inglés nativo, va a tener más problemas a la hora de hablar en inglés llano, y el controlador también va a tener más problemas para entenderlo, situación que va a disminuir la seguridad de la operación.
Para garantizar una comunicación efectiva entre tripulantes y tripulantes de cabina, o bien entre pilotos y controladores, es esencial que no sólo el inglés estándar aeronáutico sea bueno, sino que se tenga un buen dominio de la lengua inglesa, para poder usarla en cualquier situación.