Una de las características de la personalidad más apreciada en los pilotos de aerolínea es la llamada Estabilidad Personal. Ésta se suele medir valorando tres características de la personalidad:
Veamos qué significa cada una de ellas.
La resiliencia es la capacidad de las personas de afrontar de manera positiva y efectiva situaciones de riesgo o adversas. En nuestro ámbito, si un piloto comete un error y presenta una alta resiliencia ésta le permitirá seguir pilotando y gestionar el vuelo correctamente, de forma muy similar a su manera normal de funcionar.
Una falta de resiliencia puede afectar al piloto que comete un error durante el procedimiento de vuelo, éste se verá afectado y no será capaz de operar con su nivel normal de precisión.
La resiliencia personal se puede mejorar y para ello se precisa de tiempo, de experiencia y maduración personal, y mejor aún si se dispone de ayuda psicológica o coaching. Para tener una buena resiliencia es bueno mirar la vida con una visión positiva y optimismo, aunque esto no es tan fácil en el momento en el que nos encontramos en una situación que nos afecta mucho emocionalmente, es importante relativizar el suceso y tener en cuenta que la experiencia vivida nos permitirá aprender. Es también bueno cambiar el foco de atención, fijando la mente en el futuro y en objetivos claros, de tal manera que la mente se ocupe por conseguir estos objetivos y se olvide del malestar presente. Por ejemplo, en una situación de vuelo, un buen objetivo por parte del piloto sería llevar la aeronave a su punto de destino con seguridad, eficiencia y comodidad para los pasajeros, y visualizar el éxito en el aterrizajeLa tolerancia al estrés es la habilidad para seguir actuando con eficacia en situaciones de presión de tiempo, desacuerdo o exceso de tareas. Es la capacidad para responder y trabajar con alto desempeño en situaciones de mucha exigencia, sin mostrar los signos del cansancio.
Un piloto con buena tolerancia al estrés gestionará el vuelo a un buen nivel en momentos de estrés como podría ser por el apremio por falta de tiempo en una escala, o una situación de muchas demandas al mismo tiempo como una situación de emergencia en vuelo donde hay muchas demandas a la vez y hay que ser capaz de seleccionar bien el orden y el tipo de respuesta. Además, todas estas situaciones adversas no provocarán un excesivo cansancio al piloto con buena gestión del estrés.
Algunas sugerencias para hacer frente al estrés se basan en la preparación y establecimiento de prioridades para dedicar la atención a las tareas más relevantes a llevar a cabo en ese momento y saber posponer o delegar las que no son prioritarias en esos instantes.
El autocontrol, es la habilidad para regular nuestros impulsos, emociones, deseos y acciones. Está relacionado con un conjunto de prácticas que pueden aprenderse y desarrollarse con la experiencia. Este dominio nos permite desarrollar un comportamiento adecuado a cada situación.
Un piloto con un buen autocontrol sabrá gestionar bien las emociones que pueden aparecer en situaciones desagradables para él como un enfrentamiento personal, un instrumento que falla o respuestas no deseadas en las comunicaciones. Con este control el piloto podrá gestionar de manera adecuada la respuesta y dedicarse a operar el vuelo de forma eficiente. En situaciones de riesgo, un piloto tiene que mantener la calma.
Esta competencia puede trabajarse de diversas maneras, entre las que se encuentran, adaptar una actitud positiva para regular mejor las emociones y el comportamiento y ser conscientes e identificar aquellos aspectos que pretendemos controlar.
Estas tres competencias son parte importante de la profesión de piloto y su adquisición y potenciación es posible. Para ello, normalmente es preciso un trabajo consciente por parte de la persona, manteniendo unos objetivos claros de lo que se persigue. En este sentido, la labor de un guía puede ser de gran ayuda. Asimismo, la madurez personal que se obtiene con la edad y la experiencia contribuye a su mejora.
Uno de los aspectos que más valoran las aerolíneas de los alumnos provenientes de CESDA es la buena actitud y la madurez personal que demuestran desde el primer día.
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