Si estás leyendo este post es porque te interesa saber los conocimientos y habilidades que se requieren en un piloto. Hoy escribimos sobre una nueva tendencia de entrenamiento que es el Evidence-Based Training (EBT) o entrenamiento basado en evidencias.
Se trata de un sistema de entrenamiento, impulsado por tres organismos de aviación de prestigio internacional: IATA (International Air Transport Association), ICAO (International Civil Aviation Organization) e IFALPA (International Federation of AirLine Pilot Associations). Este sistema pretende formar pilotos de manera práctica, en vez de medir la ejecución de maniobras y hechos de manera individual. Es decir, se apuesta por un entrenamiento donde se practican todos los factores a la vez, en lugar de hacerlo separadamente.
El EBT se impulsó para poder identificar, desarrollar y evaluar las competencias que son clave para un piloto, como la comunicación, a través de gestionar amenazas o errores más relevantes, basándose en datos recolectados en entrenamientos previos.
En total se identifican ocho competencias básicas que debe adquirir un piloto:
- Aplicación de los procedimientos
- Comunicación
- Gestión de la trayectoria de vuelo, automatización
- Gestión de la trayectoria de vuelo, control manual
- Liderazgo y trabajo en equipo
- Resolución de problemas y toma de decisiones
- Análisis de la situación
- Gestión de la carga de trabajo (cantidad)
En el EBT cada competencia se acompaña por un “indicador de comportamiento”, que mide si las capacidades del piloto llegan a los niveles esperados.
Así, pues empecemos a describir brevemente cada competencia:
1. Aplicación de los procedimientos
La aplicación de los procedimientos se refiere a la capacidad de identificar una situación y poder aplicar los procedimientos que más convengan según la situación.
Para esta competencia se considera un indicador de comportamiento, por ejemplo, que el piloto siga los SOP (Standard Operating Procedures) a menos que se implante un grado superior de seguridad o que sepa identificar y seguir las instrucciones puntualmente y de manera oportuna.
2. Comunicación
Esta competencia se define como la aplicación de lenguaje verbal y no verbal para gestionar todo tipo de situaciones, incluso aquellas para las que el piloto no entrenó previamente.
Los indicadores de comportamiento pueden ser la selección apropiada del qué, cuándo, cómo y con quién comunicarse; el uso del contacto visual, movimiento corporal y gestos, los cuales son consistentes con el apoyo de mensajes verbales.
3 – 4. Gestión de trayectoria del vuelo
Este apartado comprende la tercera y la cuarta competencia. Está basado en la gestión del vuelo y su trayectoria, en la tercera se mide el uso de los sistemas de automatización y la cuarta en la de control manual.
Estas competencias pretenden medir lo mismo, pero a través de sistemas distintos, así que tienen indicadores de comportamiento parecidos. Uno de ellos es, por ejemplo, que el piloto pueda mantener la aeronave (avión, avioneta, etc.) dentro del envolvente de vuelo apropiado.
- El envolvente de vuelo es el conjunto de parámetros del avión, como velocidad o altitud, para que la aeronave esté en control. Si se sale del envolvente de vuelo, ya sea por exceso de velocidad o algún otro, el avión podría perder de control.
Sólo se distinguen en dos puntos entre las competencias, como el control del avión de manera segura usando sólo la relación entre la altitud, la velocidad y la fuerza.
5. Liderazgo y trabajo en equipo
Se basa en la demostración efectiva del liderazgo y del trabajo en equipo. A la hora de evaluar esta competencia, los indicadores de comportamiento serán, por ejemplo, si el piloto es capaz de comprender y aceptar los roles y objetivos de la tripulación.
- Recordemos que el mundo de la aviación es muy jerarquizado. Cada miembro de la tripulación debe conocer su posición y cómo actuar con los demás en base a ello.
Además también se miden otros factores como si el piloto es capaz de proyectar autocontrol en todo momento.
6. Resolución de problemas y toma de decisiones
Se define la capacidad de identificación de los riesgos y la resolución de problemas; y también el uso apropiado de los procesos de toma de decisión. Los indicadores de comportamiento que destacan que el piloto pueda identificar y verificar qué ha salido mal y porqué. Además, que el piloto pueda priorizar correctamente los diferentes factores o que sea capacidad de improvisar en situaciones imprevistas es valorado positivamente dentro del entrenamiento.
![[test] Saber si seré buen piloto](https://no-cache.hubspot.com/cta/default/2652293/fcd57b4e-3eed-40f4-80af-d93dccb5cd1f.png)
7. Análisis de la situación
Ésta remite a la percepción y comprensión de toda la información relevante que hay disponible y la capacidad de anticiparse a posibles sucesos, que puedan afectar la operación.
Como indicadores de comportamiento se evalúa, entre otras, la habilidad del piloto para anticipar los posibles escenarios y que, en consecuencia, planifique la estrategia de vuelo y se mantenga por encima de la situación en todo momento.
8. Gestión de la carga de trabajo
Es la gestión de los recursos disponibles de manera eficiente para realizar las tareas a tiempo en todas las circunstancias. Los instructores miden para esta competencia si el piloto es capaz de, por ejemplo, mantener el autocontrol en todo momento o de si puede planificar, priorizar y programar correctamente las tareas.
Como hemos podido observar, este sistema de entrenamiento planteado por la IATA, ICAO e IFALPA es muy bueno y puede ayudar a prevenir incidentes futuros. Aunque la implementación de este sistema pueda tardar su tiempo, en CESDA, escuela de pilotos, estamos trabajando para que nuestros alumnos sean entrenados bajo estas directrices lo antes posible.
Si te ha gustado este post, también te podría interesar éste, donde hablamos de las características de personalidad requeridas para ser piloto.
