Pasión, orgullo, aventura... Así es como nuestros instructores viven la aviación
“Creo que cada piloto tiene un poco de espíritu aventurero”, así es como nuestro instructor Roger empieza a definir su pasión por volar. Por otro lado, nuestro Head of Training, Yuri, describe la pasión de volar como “algo muy vocacional”. Muchos de nuestros instructores afirman que convertirse en piloto es una motivación que te acompaña desde pequeño, aunque en el caso de nuestro instructor Andrea la pasión por volar no siempre estuvo ahí. Esto demuestra que, aunque muchos lo saben desde su infancia, nunca es tarde para empezar a perseguir tus sueños. Uno de nuestros alumnos incluso comenta que “siempre lo llevó en la sangre”.
Eso sí, volar es un sueño que se consigue a través de esfuerzo, y muchos de nuestros instructores sienten su experiencia como un reto que sólo ayudó a fortalecer su amor por la aviación. “Entrar en este mundo te da una sensación de pertenecer a algo”, añade Andrea. Para muchos, como Roger, este amor va más allá de su trabajo y comenta entre risas: “Me dicen que nunca me jubilaré”.
Cabe recordar que nadie vive una aventura como ésta solo. La familia es un pilar y un apoyo imprescindible en este emocionante camino. Muchos sienten que ser capaces de vivir de su pasión es un gran orgullo. Yuri comparte una anécdota sobre su padre diciendo que es un “piloto frustrado” y que, para él, que su hijo sea piloto es motivo de orgullo. Roger, por su lado, nos cuenta que en su primer vuelo solo (el cual es momento muy emotivo para todo piloto) su madre lo acompañó. A la ida no paraba de hacerle preguntas pero a la vuelta se quedó dormida. Roger recuerda que ese momento fue muy emotivo porque sintió que su madre de verdad confiaba en él.
Tanto tus padres como nosotros te acompañamos desde el principio de tu viaje
A parte de la confianza depositada en ti por tus seres queridos, también es muy importante tener confianza en ti mismo. Para Armand ese momento vino cuando se fue por su cuenta al Reino Unido para un curso de FI. Durante ese tiempo, que describe como todo un reto, aprendió lo más importante: siempre debes recordar por qué lo haces. Ante una situación difícil, y gracias a una instructora de la escuela, pudo superar ese momento e incluso le sirvió para ayudar a una alumna en su tiempo como instructor.
Porque eso es, al final del día, lo que nos mueve: el ayudar a otros que puedan vivir de su pasión, igual que hacemos nosotros. Un momento muy emotivo, tanto para Roger como para Yuri, es cuando un alumno consigue sus objetivos.
Por todo esto es porque amamos lo que hacemos.
