Hoy, 16 de septiembre, se celebra el Día Internacional por la Preservación de la Capa de Ozono. Este día internacional fue establecido el año 1994 por las Naciones Unidas.
Este año, el tema para el marcado día es:
Pero, ¿qué es el ozono?
La radiación utravioleta disocia las moléculas de oxígeno en dos átomos, cada uno de estos átomos se vuelve altamente reactivo, con lo que pueden reaccionar con otra molécula de oxigeno (O2), formando así el ozono (O3).
En su forma natural es un gas de color azul y de un olor picante muy característico. Este se encuentra de forma natural en la estratosfera, formando la denominada capa de Ozono.
Y, ¿por qué es tan importante?
Este gas actúa en la atmósfera como depurador del aire y como filtro de los rayos ultravioletas procedentes del Sol. Sin ese filtro, la existencia de vida en la Tierra sería completamente imposible, de ahí la gran importancia de la capa de Ozono.
Los aviones comerciales alteran la composición de la atmosfera, lo cual contribuye en empeorar el cambio climático y la reducción de la capa de ozono.
Este impacto climático viene dado por lo que emiten los motores al quemar el combustible (queroseno). Al impulsar el avión, los motores emiten dióxido de carbono (CO2), agua (H2O), óxidos de nitrógeno (NOx), partículas (PM), óxidos de azufre (SOx), hidrocarburos no quemados (HC), monóxido de carbono (CO) y aire (N2 + O2).
A parte de lo que llegan a emitir, también se produce un efecto secundario, el llamado “estela” (o “CONTRAILS”). Las estelas son nubes inducidas por el efecto humano que sólo se forman a altas altitudes (normalmente por encima de los 8 km) donde el aire es extremadamente frío.
Cuando el aire es seco, estas estelas no se forman, pero si hay humidad presente en el aire, una estela se formará después del paso de la aeronave y resultará en una línea blanca brillante que durará durante un rato.
La persistencia de las estelas puede permanecer hasta mucho después que la aeronave haya abandonado la zona. Pueden durar des de unos minutos hasta más de un día. Sin embargo, al formarse a altas altitudes donde los vientos son fuertes, se mueven de donde se habían formado inicialmente. Estas estelas son las que pueden afectar al clima.
Desde hace ya más de una década la NASA lleva a cabo una conferencia relacionado con los efectos de la aviación sobre la atmosfera. “The Atmospheric Effects of Aviation Project (AEAP)”. En el año 1997, investigadores de la NASA presentaron evidencia que las estelas contribuían al calentamiento global y causaban efectos locales sobre áreas donde el tráfico aéreo era denso.
El IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático) en un informe de 2007, Assessment Report, establece que la aviación contribuye en un 2% al total de las emisiones mundiales de CO2, mientras que contribuye a un 3% de la fuerza radiante total (unidad de medida de efecto invernadero que considera no sólo el CO2).
Un nuevo estudio, de diciembre de 2010, Transport impacts on atmosphere and climate: Aviation, llevado a cabo como parte del proyecto ATTICA (European Assessment of Transport Impacts on Climate Change and Ozone Depletion) de la UE, actualiza la valoración del impacto de la aviación en la atmósfera:
En términos de alternativas para los combustibles, el hidrógeno líquido representa una posibilidad que puede reducir alguno de los impactos que representa actualmente la aviación para la atmósfera. Esto es si el carburante se produce de manera carbono-neutra. Aunque, es posible que este tipo de combustible no se utilice hasta que la “economía del hidrógeno” se desarrolle.
La introducción de los biocombustibles como una forma de reducir los impactos del CO2 representa una posibilidad futura.
Referencias:
Informe especial del IPCC: LA AVIACIÓN Y LA ATMÓSFERA GLOBAL
