El día 5 de junio es el día Mundial del Medio Ambiente. Fue establecido como tal el año 1972, por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Cada año un país diferente es el responsable de promover el tema del día.
Este año Italia es el país anfitrión y su tema escogido es “Siete mil millones de sueños. Un solo planeta. Consume con moderación”. Si queréis consultar las actividades propuestas lo podéis hacer en la página web siguiente:
http://www.unep.org/spanish/wed/host-country/
La OMS (Organización Mundial de la Salud) en 2014 redactó un informe sobre las ciudades más contaminadas del mundo (teniendo en cuenta todas las que tienen datos). Una de las conclusiones sacadas de este estudio fue que alrededor de la mitad de la población urbana mundial está expuesta a aire contaminado 2,5 veces más de lo que es aconsejable. Este hecho causa que haya un grave riesgo de sufrir problemas de salud.
En la siguiente imagen podéis comprobar por vosotros mismos cuáles son las ciudades con más contaminación:
Hoy mismo, el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, advirtió que la humanidad sigue consumiendo más recursos naturales de los que el planeta puede proporcionar de modo sostenible y que muchos de los ecosistemas están llegando a un punto de inflexión crítico.
Por su parte, el Director Ejecutivo del Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA), Achim Steiner, destacó que la fecha recuerda a todas las personas del planeta que son las decisiones que tomamos cada uno las que modifican el mundo que nos rodea.
En el sector de la aviación, esta preocupación del respeto por el medio ambiente se ha visto patente desde hace ya unos años. Son varios los tratados que los países o compañías tratan de firmar para reducir la emisión de CO2 y reducir la contaminación del espacio aéreo y en general nuestra atmosfera. Un ejemplo de tratado fue el que signaron en 2013 Estados Unidos y España, para cooperar en el desarrollo de biocombustibles para la aviación.
En España, SENASA es un referente medioambiental en materia aeronáutica y ha adquirido por ello un reconocimiento nacional e internacional gracias, entre otros, a sus proyectos de evaluación de impacto medioambiental, ruido aeronáutico y sus estudios sobre emisiones y eficiencia energética.
La industria de la aviación en general se comprometió a reducir las emisiones de CO2 a la mitad para el año 2050 (comparados con las emisiones de 2005). Los interesados a estar de acuerdo con este acuerdo fueron no sólo las aerolíneas sino los fabricantes y los aeropuertos. El comité también implicó invertir en tecnología ecológica.
Una de las compañías punteras en tratar de reducir las emisiones ha sido Virgin Atlantic. En el año 2008 fue la primera compañía aérea en volar utilizando un 20% de biocombustible y otro 80% que era keroseno. La intención de este vuelo fue demostrar su compromiso en buscar una alternativa sostenible al ya tradicional keroseno basado en petróleo.
Según Virgin Atlanic: “Sustainable biofuel must be environmentally, socially and economically sustainable” o lo que sería lo mismo: el biocombustible sostenible es aquel que es sostenible tanto ambiental como social y económicamente.
Utilizando este tipo de biocombustible las emisiones de carbono se pueden ver potencialmente reducidas. Su intención a largo plazo sería poder buscar otra opción de propulsión distinta, pero a corto y medio término este cambio es sustentable ya que los aviones actualmente fabricados están preparados para volar este tipo de combustible y no otras alternativas.
El año 2013 Virgin Atlantic ganó el “Sustainable Biofuels Award for Sustainable Aviation at World Biofuels Markets 2013”, gracias a su política de uso de biocombustibles.
Aunque aparentemente el cambió ya está empezando, aún falta mucho para reducir las emisiones a niveles aceptables. Aún falta concienciación a nivel industrial y a nivel de la población. No sólo en nuestro país sino en todo el mundo. Así que como bien se ha remarcado des de la ONU, depende de cada uno de nosotros empezar a hacer el cambio.